Queridos hermanos y hermanas,
La semana pasada, el obispo Paul R. Sánchez y yo mantuvimos una reunión con los líderes de la comunidad de St. Margarita Maria para escuchar sus preocupaciones sobre el cierre de la Capilla de el próximo mes. Agradezco que todos los participantes hayan demostrado mucha paciencia y comprensión. Si bien muchos expresaron una profunda tristeza por el cierre del lugar de culto, todos entendieron que esa decisión se ha estado tomando durante mucho tiempo.
En una de mis cartas anteriores publicadas en esta columna, he explicado en detalle las razones de la decisión del obispo DiMarzio de cerrar la Capilla en este momento por el bien de nuestra parroquia. Esa decisión se tomó después de muchos años de estudio y consulta con expertos diocesanos y parroquiales. Al final, todos creen que traerá una mayor unidad a nuestra parroquia, brindará mayor vitalidad y más posibilidades para los servicios espirituales y pastorales. A medida que las dos comunidades se unan en un solo lugar, podremos concentrar nuestros recursos humanos, físicos y financieros en la edificación de la Iglesia, y no en el mantenimiento de un edificio de la iglesia por el simple hecho de tener un lugar de adoración adicional. Para nuestra gente que ha estado adorando en la Capilla de Santa Margarita María, el cierre seguramente será emocionalmente difícil. Sin embargo, también facilitará el regreso definitivo a la iglesia madre de Nuestra Señora del Monte Carmelo, de la que se originó la comunidad de Santa Margarita María hace algunos años. Para toda la comunidad parroquial, esta será una oportunidad única para demostrar que somos de hecho una familia parroquial unida, no dos grupos separados que existen paralelos entre sí.
Con intencion a integrar completamente a la comunidad de St. Margaret Mary en su hogar en Nuestra Señora del Monte Carmelo, me he reunido con miembros del Consejo Pastoral y Fideicomisarios de nuestra parroquia para discutir formas de acomodar las necesidades que surgirán de este cierre. Específicamente, a medida que la comunidad de Sta. Margarita Maria regrese a la iglesia madre para la misa dominical, habrá mucha más gente en la misa en español de las 12:30 pm, que ya es la liturgia más concurrida de nuestra parroquia. Desde mi llegada, muchas personas me han pedido que considere ofrecer otra misa en español, o al menos una misa bilingüe, para satisfacer esta necesidad real. Esta necesidad ahora se vuelve más urgente a la luz de esta nueva situación. Dado que no podemos agregar más misas al horario actual de la misa dominical debido a la escasez de sacerdotes y recursos parroquiales, la solución lógica sería convertir una de nuestras CINCO misas en inglés en una misa en español o bilingüe.
Como puede ver, ninguna solución será perfecta, porque cualquier cambio afectará necesariamente a muchas personas y a sus hábitos. Como su párroco, me enfrento a la difícil tarea de evaluar todas las opciones, consultando con varias personas, antes de tomar una decisión que creo que sería la mejor para nuestra parroquia. Quiero responder a la necesidad urgente de una manera que afecte al menor número de personas posible. Después de considerar varios factores, incluidos los datos demográficos, los horarios actuales de la misa, la disponibilidad en inglés y la cantidad de personas que asisten a cada misa dominical, creo que la misa de las 10:00 am ofrece la mayor flexibilidad de adaptación que podría abordar la necesidad en cuestión. Este pasado lunes, he presentado esa idea al Consejo Pastoral, sus representantes elegidos canónicamente, para su opinión. El Consejo Pastoral, los Fideicomisarios y los Ministros Litúrgicos me han ofrecido las siguientes opciones para su posible consideración:
1) Convertir la misa dominical de las 10:00 am de inglés a español, o
2) Convertir la misa dominical de las 10:00 am del inglés a bilingüe, o
3) Adoptar cualquiera de las opciones anteriores y mover la misa de las 10:00 am a las 9:30 am para permitir suficiente tiempo en-tre las misas, ya que la misa de las 10:00 am está actualmente demasiado cerca de la misa de las 11:15 am.
Agradezco estas sugerencias concretas de parte de sus representantes y, con esta carta, las presento a toda la parroquia para su conocimiento. Reconociendo la importancia de esta decisión y cómo podría afectar a algunos de ustedes, el Consejo Pastoral me ha aconsejado que espere unos meses para ver cómo se desarrollarán las cosas en términos de asistencia a misa después del cierre de la Capilla de Santa Margarita María, tanto en la Misa en español de las 12:30 pm y la Misa de las 10:00 am, antes de tomar una decisión final. Me doy cuenta de que esta espera puede decepcionar a nuestros feligreses de habla hispana que desean una solución inmediata, pero espero que todos comprendan la complejidad del problema que, debido a que afecta a tanta gente, no debe resolverse con una decisión apresurada. Continuaré escuchando y evaluando los pros y los contras de las sugerencias del Consejo Pastoral en los próximos meses y tomaré una decisión cuando la comunidad parroquial en general esté adecuadamente preparada para tal cambio.
Es natural que algunos de ustedes tengan fuertes sentimientos acerca de una Misa en inglés, español o bilingüe. Oro para que al hablar unos con otros sobre esos sentimientos, permitan que el Espíritu Santo conmueva sus corazones para que el bien espiritual de nuestros la familia parroquial unida puede prevalecer. Al reflexionar juntos sobre el sacrificio que el Señor nos pide que hagamos en esta situación, mantengamos ante nuestros ojos el objetivo último de nuestra misión como Iglesia, a saber, que es “para la salvación de las almas”.
Por favor, manténganme en sus oraciones mientras continúo navegando por esta nueva situación en nuestra parroquia.
Devotamente tuyo en Cristo,
Mons. Cuong M. Pham